Fiesta de Pentecostés – Fiestas del Señor de Torrechayoq
- Provincia de Urubamba, Distrito de Urubamba. Cusco
Este festival empezó a celebrarse en 1860 cuando una enorme cruz fue colocada en la nieve, y la apertura de un tramo de ferrocarril (Urubamba-Lares), fue celebrada con una misa. Años más tarde, la cruz fue llevada a la ciudad de Urubamba, donde iniciaron un culto de la misma. Además de una misa, la cruz es llevada en procesión con todas sus joyas. Hay fuegos artificiales, desfiles de bailarines, corridas de toros y peleas de gallos.
Día central de la peregrinación al santuario del Señor de Qoyllur rit’i
- Provincia de Quispicanchi, Distrito de Ocongate – Cusco
Una peregrinación a la cima de la montaña Sinakara. La mayor peregrinación de todas las naciones indígenas de las Américas. Más de 10 mil personas llegan a Sinakara, al pie del nevado Ausangate (6,362 m.s.n.m), para rendir homenaje a una pintura del Niño Jesús. El ascenso de un grupo de Queros a la cumbre nevada para buscar la Estrella de la Nieve (Qoyllur Rit’i) en el corazón de la montaña, está lleno de simbolismo. Ellos llevarán grandes bloques de hielo sobre sus espaldas a fin de recibir bendiciones y llevarla hasta sus comunidades para regar sus tierras con agua sagrada. En el camino, hay una procesión, algunos bailes, grupos musicales, actuaciones, fuegos artificiales y un mercado simbólico, Alasitas (obras en miniatura). Este festival reúne dos tradiciones – andina y católica. En esta fiesta está prohibido la embriaguez y contacto sexual, característica común de las fiestas andinas. Precede a la fiesta del Corpus Christi
Jueves 20: Festividad del Corpus Christi Cusqueño y festival gastronómico del “Chiriuchu” (FERIADO en Cusco Ciudad)
El festival del Corpus Christi es celebrado en todo el Perú desde la época colonial, pero alcanzó mayor auge en Cusco. Quince santos y vírgenes de diversos distritos son cargados en una procesión hacia la Catedral donde ellos “reciben” el cuerpo de Cristo encarnado en la Sagrada Hostia, manteniéndose en una fabulosa copa de oro que pesa 26 kilos y mide 1,2 m. de altura. Sesenta días después de la Pascua de resurrección, los miembros de cada iglesia cercana llevan su Santo Patrón en una procesión a las campanadas de María Angola, la campana más grande de las Iglesias peruanas, forjado en una aleación de cobre y oro en el siglo XVI por el artesano local Diego Arias de la Cerda. En la noche todas las personas se reúnen para una vigilia donde se sirven platos típicos como el chiriuchu (picante de cuy), cerveza, chicha y pan de maíz. Al amanecer la procesión se establece alrededor de la Plaza Mayor, teniendo las imágenes de cinco vírgenes vestidas con túnicas ricamente bordadas, además de las imágenes de cuatro santos: San Sebastian, San Blas, San José y el apóstol Santiago montados en un hermoso caballo blanco. Luego, los santos son ingresados a la catedral para recibir un homenaje, luego de que los representantes y autoridades de las comunidades se reunieron en la Plaza Mayor para discutir asuntos locales. Finalmente, las delegaciones retornan a las iglesias en medio de himnos y oraciones. Todos los pueblos y Cusco participan. Es la máxima fiesta religiosa en la que se sacan de todas las iglesias las imágenes de santos y vírgenes y son llevadas a visitar la imagen del Cristo en la Catedral. Las procesiones, el adorno y embellecimiento de las calles y el fervor del pueblo, son un espectáculo indescriptible.
Lunes 24: Ceremonia ritual del INTI RAYMI
El Inti Raymi o Fiesta del Sol, fue la fiesta más importante en tiempo de Incas. Se celebraba con ocasión del solsticio de invierno -el año nuevo solar- para un pueblo cuyo principal objeto de culto era el dios Inti (el sol), en la Plaza de Huacaypata en Cusco.
La importancia religiosa, festiva ceremonial, social y política era tal, que la fiesta se extendió en todo el Tahuantisuyo.
Después de la conquista española, la ceremonia fue suprimida por la Iglesia Católica y la sociedad andina que celebraba la fiesta del sol fue desmembrada. El Inti Raymi fue entonces olvidado, hasta mediados del siglo XX cuando, como expresión de un gran movimiento de revaloración de la cultura nativa en el Perú, fue vuelto a la escena.
En 1944 un grupo de intelectuales y artistas cusqueños encabezados por Humberto Vidal U., decidieron recuperar el Inti Raymi de la historia y presentarlo como un espectáculo de tipo teatral, destinado a toda la población de Cusco (Qosqo). Desde entonces, con muy pocas excepciones, ha sido representado cada año, enriqueciéndose y evolucionando por la investigación histórica.
El Inti Raymi en tiempo de los Incas era una ceremonia religiosa, ahora es una representación de teatro, sin embargo esta expresión genera un sentimiento de identidad en el pueblo, que evoca valores y recuerdos que todavía son relevantes en nuestros días, trae también al recuerdo un tiempo que vive en el corazón del pueblo de Cusco (Qosqo). La versión está expresada en el idioma original, quechua, con su correspondiente traducción al castellano para facilitar una mejor comprensión.